La lectura crítica exige entender no solo el contenido superficial, sino también el mensaje implícito, la intención del autor, el contexto y la estructura del texto. El lector crítico identifica la tesis, los argumentos y las evidencias presentadas.
2. Evaluación de la Argumentación
Se analiza la solidez de los argumentos, la coherencia lógica, la calidad de las pruebas y la objetividad del autor. Esto incluye detectar falacias, sesgos y omisiones.
Detalle: El lector se convierte en un juez que distingue entre opiniones y hechos, detecta manipulaciones o lenguaje persuasivo.
3. Formulación de Juicios
El lector crítico no acepta pasivamente lo que lee, sino que emite juicios propios, sustentados en evidencias y conocimientos previos. Esto estimula el pensamiento reflexivo e independiente.
Detalle: Se pregunta: ¿Estoy de acuerdo con el autor? ¿Qué argumentos sostienen o refutan esta postura?
4. Interacción con el Texto
Implica dialogar activamente con el texto. El lector subraya, anota dudas, hace comparaciones y relaciona lo leído con otras fuentes o con su experiencia personal.
Detalle: Esta interacción activa potencia la retención y la comprensión significativa.
5. Contextualización
El lector crítico comprende el texto considerando su contexto histórico, cultural, ideológico y social. Esto permite interpretar correctamente las intenciones del autor y su impacto.
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